En Noviembre del año pasado quisimos pasar un fin de semana de turismo rural con unos amigos y decidimos hacerlo en Espasante, una pequeña parroquia del Concello de Ortigueira. Escogimos un apartamento de O Plantio con una muy buena oferta y lo cierto es que quedamos muy contentos.
A pesar de las previsiones meteorológicas, el sábado a la mañana pudimos disfrutar de una agradable visita sin lluvia. La primera parada fueron los Acantilados de Loiba. Unas increíbles formaciones rocosas en las que nos encontramos curiosamente con una caseta de pescadores en la zona más baja y escarpada, donde pudimos ver lo duro que llega a ser el trabajo del humilde pescador.
Desde allí nos dirigimos a Estaca de Bares, aunque antes paramos en la playa de Esteiro.
Llegamos al faro de Punta Estaca de Bares y literalmente casi voy por el aire! El viento que hacía era tremendo, la verdad, pero valió la pena. Descrito como el punto más septentrional de la península ibérica, es considerada como la frontera imaginaria entre el Océano Atlántico y el Mar Cantábrico.
La mañana fue muy productiva, así que decidimos celebrarlo con una buena comida en una parrillada que nos encontramos en la carretera que va desde Bares hasta Ortigueira. Nos echamos unas risas y comimos un buen churrasco y alguna que otra croqueta... ☺ La tarde nos la tomamos de relax y acabamos viendo el Depor en uno de los míticos bares de Ortigueira.
El domingo el cielo amaneció más despejado y nos pusimos en marcha camino Cabo Ortegal. Desde el coche pude sentir un escalofrío al ver cómo nos acercábamos al faro... Aparcamos el coche y lo primero que hice fue acercarme al muro de piedra y observar lo que para mí fue lo más bonito del fin de semana. Se podía respirar el mar!
La siguiente parada fue el parque eólico A Capelada y la Garita de Herbeira. Desde ella nos encontramos con los acantilados más altos de Europa. Con una altura de más de 600 m, caen en perpendicular al mar. Una vez más, espectaculares vistas.
Y para terminar el finde, paramos en el mítico San Andrés de Teixido, una aldea conocida por su santuario del que se dice: "vai de morto quen non foi de vivo". Dedicada íntegramente a la religión y que acoge a muchos peregrinos a lo largo del año.
Fue un fin de semana bien completo y la verdad es que valió la pena visitar esta región gallega. Recomendado 100%. ¿Ya la conocéis?
Un finde muy chulo con unos buenos amigos
ResponderEliminarMuy cierto!
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